“Todas las vacunas de la covid vienen del sector biotecnológico”
Pocas cosas hay más importantes que un buen profesor. Lo tiene claro Cristina Garmendia, ex ministra, empresaria y doctora en Biología. Ella, de joven, quería dedicarse a la Física. Pero un maestro lo cambió todo. “El profesor Angulo, que nunca olvidaré, nos empezó a hablar de la genética”, recuerda. Y ahí encontró su vocación. Después llegaron la carrera en la Universidad de Sevilla y el máster con Margarita Salas, una de las científicas más importantes de la historia de España. Ella siempre supo lo que quería. Y es que, además del profesor Angulo, sus padres habían marcado su carácter emprendedor. “Me habían entrenado para perseguir mis sueños”, afirma.
Después de acabar el doctorado, en una época donde los perfiles multidisciplinares todavía ni se planteaban como posibilidad, Garmendia decidió dar un salto mortal: se puso a estudia un máster en dirección de empresas. “Era la única bióloga de toda la promoción”, confiesa. Con esta formación fundó Genetrix, dedicada al desarrollo de tecnología biomédica y medicamentos. La empresa desarrollaba su actividad dentro del Centro Nacional de Biotecnología. “Éramos la primera empresa privada dentro de un centro público”, afirma con orgullo. También aquí Garmendia innovó. Así que el siguiente paso en su vida profesional no resulta extraño: en abril de 2008 fue nombrada ministra de Ciencia e Innovación. ¿Por qué aceptó? “No puedes estar diciendo lo que el gobierno debería de hacer y luego decir pues gracias pero que lo hago otro”, responde Garmendia.
BIO
Presidenta de la Fundación COTEC para la Innovación.
Doctora en Biología, cursó también un Executive MBA. Es científica y empresaria. Fundó Genetrix, empresa especializada en el desarrollo de tecnologías biomédicas. Fue nombrada ministra de Ciencia e Innovación durante la IX Legislatura.
Su experiencia le ha dejado algo claro: la ciencia no es el futuro, debe ser el presente. “La pandemia lo ha cambiado casi todo”, afirma. También en algunos aspectos para bien, porque ahora “por fin la ciencia está en una prioridad política de primer nivel”, reconoce. Las vacunas han demostrado la importancia fundamental del conocimiento y la investigación en un mundo tan complejo. Un mundo que, además, necesita más mujeres investigando. “Los equipos tienen que ser plurales, porque si no son plurales no son eficientes”, afirma sin dudar. Una científica que ha abierto camino con una carrera llena de logros que empezó gracias a un profesor y a un consejo de su padre: “para ser feliz tienes que ser libre”