“Para hacer ciencia hay que ser creativo”

Hay momentos que marcan una vida. En el caso de Monserrat Calleja fue una visita al planetario de A Coruña. El ponente que les dio la charla “transmitía esa pasión por el conocimiento”, recuerda. Él y un profesor de entonces le cambiaron la vida. Fue gracias a ellos que decidió estudiar Física. Y eso marcó su futuro.

Después de licenciarse, se trasladó a Madrid para hacer la tesis sobre un tema que, por entonces, apenas empezaba a desarrollarse y que se convertiría en su campo. “La nanotecnología era algo totalmente nuevo”, reconoce Calleja. Pero le pareció que tenía tantísimas posibilidades que se lanzó a ello. No se equivocó. “Ahora, la nanotecnología forma parte de nuestras vidas. Todo lo que nos rodea. Nuestro teléfono móvil está lleno de nanotecnología. Son pequeños ordenadores”. Y eso es solo el presente. Para el futuro, las promesas son todavía más esperanzadoras. “Aplicamos la física a problemas en biología y en biomedicina”. Así describe Calleja el campo de investigación de su grupo. Conseguir acabar con enfermedades como el cáncer es el objetivo. Lo que hoy parece un sueño mañana puede ser la realidad.