Economía circular
Manuel Maqueda
“No podemos arrinconar a la naturaleza, necesitamos regenerarla”
Dice Manuel Maqueda, profesor de Economía Circular y Regenerativa en la Universidad de Harvard, que «elegir salidas desde el miedo es la garantía de fracaso total» y que, para buscar tu profesión, hay que «entender qué te mueve y ser honesto con lo que tú puedes aportar». Es decir, parafraseando a Cervantes, ver el mundo no como es, sino como debería de ser, con valentía y yendo a por él. Y lo dice con conocimiento de causa: «Muchos de los empleos del futuro no tienen ni nombre, lo que yo he hecho no tenía nombre, tuve que inventarlo», reconoce. Y avisa: «Si no dejamos que el planeta nos transforme a nosotros, nos extinguiremos».
«Mi historia es una historia de buscar tu propio camino. El camino de aprendizaje es ponerte a hacer, con humildad, constancia y una clara visión de cuál es el principio que te mueve», insiste. En su caso, la conexión con la naturaleza: desde pequeño sufría «ecoansiedad», pero no fue hasta el año 2009, al ver en primera persona a las aves marinas del atolón de Midway regurgitar plástico en vez de comida, cuando tuvo su punto de inflexión, el acto de mirarse al espejo y ver reflejada a nuestra sociedad.
«El plástico es una tecnología muy nueva, un material versátil, barato, muy útil, pero tiene un montón de problemas que estamos empezando a descubrir. Uno principal es que es un material que el planeta no puede digerir», analiza. Pero que se fragmenta, incluso hasta nivel molecular: a la semana, una persona ingiere, inhala y bebe entre tres y cinco gramos de plástico. O lo que es lo mismo: el equivalente a una tarjeta de crédito.
Por eso, según Maqueda, se necesitan personas que cambien la mentalidad de la humanidad, que piensen de forma sistemática, a largo plazo. Todo un reto y una oportunidad para los diseñadores del futuro: «El 80% de los beneficios ambientales se determina en la fase de diseño y si algo no está diseñado para un fin de vida circular estamos perdiendo el tiempo», avisa Maqueda. Y esto hay que aplicarlo en todos los sectores: arquitectura, diseño industrial, moda, construcción. «Hay que focalizarse en cómo podemos rediseñar nuevas maneras de tener valor, en volver a los sistemas vivos, en soluciones basadas en la naturaleza», analiza. En diseñar productos que beneficien al medio ambiente y que creen una economía intensiva en generación de empleo, no en extracción de recursos. Y pone nombre a la solución: la economía circular
Y es que, actualmente, alrededor del 93% de todo lo que se produce en el mundo en un año se desecha. Así es nuestra economía: para conseguir valor, extrae recursos finitos, fabrica lo que sea y lo convierte en residuo. «La economía circular es darle la vuelta a eso, es mantener todo en uso, como se ha hecho siempre, el máximo tiempo posible al máximo valor posible. Cosas que duran, cosas que se pueden reparar», profundiza. Y que están hechas con materiales sanos, no tóxicos. «No podemos arrinconar a la naturaleza, necesitamos regenerarla», sentencia.
En Buscando Vocaciones , la economía circular, la sostenibilidad y el cambio climático siempre han tenido un papel protagonista. «La arquitectura es esencial para frenar el cambio climático», avisó la arquitecta Belén Moneo. Mientras, Laura Sánchez, consultora de sostenibilidad y Manager de Finanzas Sostenibles en Deloitte, completó: «Toda la economía va a girar en torno a la sostenibilidad». Tú también puedes ayudar a regenerar el planeta. Da forma al futuro.
