Economía
José Ignacio Goirigolzarri
“La vida es aprendizaje. Siempre estás aprendiendo de tus errores y también de tus éxitos”
No hay duda. Vivimos en la era del vértigo. Nunca antes había cambiado todo tanto y tan rápido. Pero para José Ignacio Goirigolzarri esto es razón para ser optimistas. “El cambio, por definición, supone oportunidades. El cambio rompe el statu quo y solo hay oportunidades cuando el statu quo se rompe”. Y eso, a su entender, se traduce en un sinfín de nuevos puestos de trabajo sedientos de profesionales que los ocupen. Él pone el ejemplo del sector bancario, donde las carreras han cambiado radicalmente en los últimos años. “Hoy un banco requiere científicos, especialistas en Big data, especialistas en ciberseguridad. Y esto significa que hay oportunidades permanentes. De hecho, hay cantidad de profesiones donde la demanda es muy superior a la oferta”, afirma el economista.
Y en un mundo tan cambiante, donde la formación y la adaptación se hacen imprescindibles, el presidente de CaixaBank sugiere apostar no solo por los estudios universitarios, sino también por la Formación Profesional, que considera “sinónimo de empleabilidad” tanto para los que empiezan su andadura profesional, como para los que quieren cambiarla o ampliarla. “Uno tiene que estar formándose permanentemente y en ese sentido, la FP puede y debe jugar un papel muy relevante”.
Goirigolzarri lleva casi 5 décadas tomando decisiones en el entorno laboral, algunas de un enorme calado, y su recomendación en las situaciones de crisis es tener serenidad, escuchar a los demás y, sobre todo, afrontar los problemas con realismo. “Un diagnóstico demasiado optimista te conduce a una mala decisión y uno demasiado pesimista a la inacción”. Pero incluso para el más experimentado, los errores son inevitables “y lo importante es tener la humildad intelectual para darte cuenta de que te has equivocado y la decisión para cambiar el rumbo de las cosas”, añade.
Su visión del presente y el futuro choca con el ya habitual fatalismo de muchos. Para él, vivimos en un momento en el que, por ejemplo, algo que antes era tan costoso como la internacionalización está al alcance de todos gracias al desarrollo tecnológico. “Hoy cualquier startup puede tener aspiraciones mundiales”, afirma Goirigolzarri. “Hay que mirar al futuro con optimismo. El futuro lo escribimos todos y cada uno de nosotros y dependerá de nuestra actitud y nuestra ilusión”, concluye.