A Paula desde muy joven le “fascinaba todo lo relacionado con la tecnología. Pensaba que era la aplicación de la ciencia que realmente nos permitía solucionar y mejorar el mundo de alguna manera.” Por eso tiene claro que la ingeniería tiene que resolver problemas urgentes. Y la ingeniería aeroespacial también puede resolver problemas aquí abajo, en la Tierra. El mayor de ellos, la sostenibilidad integral: Porque “no sirve de nada hacer coches sostenibles si no tenemos una cadena de valor completa, sostenible. Si yo compro un coche que es eléctrico, pero la energía que utilizo para para poder propulsar el coche sí está contaminando, pues no hemos hecho nada… o hemos hecho poco, vamos a decirlo así.”
Porque al final la pasión, el compromiso, la curiosidad y las ganas de aprender y adaptarse a los cambios, todo ello son las claves de las nuevas profesiones STEAM y, especialmente, de las ingenierías. Con la robotización, al fin y al cabo, muchos trabajos desaparecen pero se crean nuevos trabajos, y la robótica colaborativa “saca lo mejor de las máquinas y lo mejor de las personas”. Como dice Paula Carsí, “tu trabajo del futuro todavía no existe”, y es que ella, de hecho, ha tenido que inventar su trabajo desde que comenzó, porque antes directamente no existían las funciones que ella ha pasado a cubrir. Un “papel en blanco” apasionante para el que la ingeniería aeroespacial resultó ser una caja de pinturas inmejorable.
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