“Cuando ves a alguien que disfruta con tu videojuego… no tiene precio”
De niña, a Gisela Vaquero le encantaba jugar a videojuegos. Entonces no lo sabía pero, durante aquellas interminables horas delante del PC, se iba gestando una vocación. Porque conforme crecía y era más consciente de las cosas, Gisela sintió que el mundo de los juegos, en cierto modo, no era para ella. Cada vez se sentía menos identificada. “Los personajes femeninos eran completamente superficiales y estaban completamente sexualizados”, recuerda. Así que dejó de jugar.
Por aquella misma época tuvo que empezar a pensar qué iba a hacer con su vida. A qué se iba a dedicar. Sabía que tenía que ser algo artístico, creativo. Pero nada más. Así que primero estudió Publicidad y después Comunicación Audiovisual. Empezó a escribir, a imaginar películas en su cabeza. Y, entonces, los videojuegos volvieron a su vida. Estaba viendo jugar a un compañero de piso cuando se hizo la gran pregunta: “¿Quien está escribiendo esos guiones?»
BIO
Una de las 100 mejores diseñadoras de videojuegos del mundo. Fundadora de Women in Games España.
Diseñadora de videojuegos, creó Women in Games para dar visibilidad a las mujeres en su ramo, muy masculinizado. La organización promueve a las desarrolladoras y jugadoras de videojuegos: estudiantes, aficionadas o profesionales.
Aquello lo cambió todo. Después vino el máster en programación y diseño. “Era la única chica”, recuerda. De hecho, aquello que la había alejado de los videojuegos seguía ahí, presente. No habían desaparecido los estereotipos de las mujeres en el mundillo, que ella resume en las cuatro eses: “secundarias, salvadas, sumisas y sexualizadas”. Así que, además de empezar a programar, empezó a pensar en cambiar las cosas. Fundó Woman in Games España, una organización para dar visibilidad y compartir experiencias con otras mujeres del mundillo. De hecho, Gisela quiere cambiar las cosas desde dentro, explorar otro tipo de productos. “El futuro de los videojuegos pasa por los que sirven para mejorar nuestra sociedad”, afirma convencida.
Lo que no ha perdido Gisela Pastor es el entusiasmo. “Cuando hablo de videojuegos a mí me brillan los ojos”, dice. Igual a aquella niña delante de su consola.
