Estás planteándote cursar estudios superiores. Crees que obtener un título universitario es más que suficiente para poder optar a cualquier trabajo. Que mostrar tu titulación en un CV, será la llave que abra todas tus puertas. ¿Preparado/a para que desmontemos estas teorías?
La Universidad es un proceso vital. Eso significa que, además de prepararte académicamente para tu futuro laboral, debes tener en cuenta la importancia de adquirir otra serie de competencias.
Según el Consejo de Europa, una Educación Superior tiene que tener 4 metas en 1:
- Preparación para el mercado laboral.
- Preparación para la vida como ciudadano activo en una sociedad democrática.
- Desarrollo personal.
- Desarrollo y manutención de una base amplia y avanzada del saber.
Estas metas son complementarias entre sí y quieren decir que se espera mucho más de ti que la capacidad de obtener una titulación. Que si la vida fuera una serie, tu papel no sería el de un extra que hace bulto en una escena. Tu protagonismo y presencia deben hacerse notar y para eso no te puedes conformar “sólo” con un título. Porque personas con titulación y estudios superiores, hay muchas, las empresas contratan (en igualdad de condiciones académicas) a aquellos que destaquen por otras cualidades, otras aptitudes.
Como universidad, es vital hacernos eco de qué tipo de competencias no-tradicionales demandan las empresas, y completar el programa lectivo con recursos que las desarrollen. Y eso hacemos. Habilidades sociales, liderazgo, capacidad de trabajo en equipo, gestión del estrés, inteligencia emocional… en definitiva formarte como individuo, como persona que va a desarrollar su práctica laboral dentro de una sociedad para la que tiene que estar preparado.
Todo esto se resume en el concepto de “employability”: la capacidad de conseguir y mantener un empleo gracias al mix de nuestras habilidades, actitudes, oportunidades y talento.
Tener estudios superiores te asegura una parte del éxito. El resto depende de ti.