Tras estudiar la carrera en Montevideo, entró a trabajar en el mundo de la publicidad. “Lo que me dio fueron las horas de vuelo”, explica. Aquello fue lo que le enseñó qué había que hacer y, sobre todo, qué no. Cuando llegó a España ya tenía claro que su siguiente paso era hacer una película. Y llevaba en la maleta la idea: una película musical basada en las canciones de Raffaella Carrá. Que descubrió al comprar un viejo vinilo en un rastro de Montevideo. “Sus letras son muy cinematográficas”, explica Álvarez, porque siempre cuentan una historia. Eso fue lo que disparó su imaginación. Tras mucho luchar, la película se hizo. Obtuvo tres nominaciones a los Goya y un Feroz para la actriz Verónica Echegui.
“La creatividad está en todos lados”. No tiene dudas Álvarez. Las nuevas tecnologías han cambiado el mundo y cada vez es más sencillo acceder a los medios para expresar esa creatividad. El futuro, sin duda ninguna, es audiovisual. Lo importante es no rendirse, aunque a veces el trayecto sea difícil. Como le dijo una compañera durante el rodaje de ‘Explota, explota’: “Sonríe, que no se hacen películas todos los días”.
