Ingeniería Aeroespacial
Vicente González
“El Internet de las cosas es la máquina de vapor de la era de la digitalización”
En FOSSA Systems, Vicente González y su equipo desarrollan satélites de menos de un kilogramo de peso que lanzan al espacio con SpaceX, la empresa de Elon Musk, y que, cuando están en órbita, permiten la recepción de dispositivos que están colocados en la Tierra. De ese modo, se puede saber, a través de un ‘smartwatch’ en el collar de una cabeza de ganado, si una vaca está enferma o en celo o se ha escapado de la zona parcelada. O si ha cambiado la temperatura, la presión y la humedad relativa adecuadas de un contenedor con mercancía perecedera en el transporte marítimo. O si se ha corrompido la infraestructura de una red de distribución de agua o de un oleoducto de petróleo.
«El Internet de las cosas es la máquina de vapor para esta nueva revolución industrial que estamos viviendo hoy en día, que es la era de la digitalización», explica González. Pero con una salvedad: al contrario de lo que ocurría con ese ferrocarril movido por una máquina de vapor, la información, el material más valioso del siglo XXI, se puede transportar de un lugar a otro sin necesidad de utilizar un medio físico, sino mediante satélites. «Cada vez somos más empresas privadas las que accedemos al espacio para dar un servicio», analiza.
«Gracias a la miniaturización tecnológica damos un servicio mucho más accesible y eficiente a nivel de costes de lo que prometía la industria tradicional», prosigue. Y completa: «Lo que haces es generar inteligencia. Si soy plenamente consciente de cómo funciona mi infraestructura puedo identificar en qué puntos puedo mejorarla. De tal modo, estoy metido en un círculo virtuoso de innovación y de mejora continua que no sólo tiene un impacto directo en la parte económica y de resultados de una empresa, sino en la parte de sostenibilidad y de huella con el medio ambiente».
No en vano, sus satélites, con capacidad para millones de dispositivos, ni siquiera generan basura espacial: «Lo que hacemos es diseñar de base los satélites para que cuando reentren se desintegren sin dejar ningún rastro», avisa. Y augura: «Todas las generaciones de satélites que hemos lanzado son diferentes y creo que todavía estamos lejos de llegar al producto final».
Aunque Vicente González sí que tiene claro el camino hacia ese producto final: «La gasolina, el detonante de que hoy estemos lanzando satélites al espacio, fue únicamente la pasión», reconoce. «Animo a que la gente a que estudie, a que trate de buscar su vocación, su verdadera pasión, pero que nunca se cierre a aprender nuevas cosas y a especializarse en otros temas», mantiene.
Y finaliza: «Poco a poco estás cambiando el mundo. No sólo tú, sino también con ese equipo de profesionales que vas formando y que te acompañan. Y el ingrediente secreto es la pasión. Si uno tiene pasión por lo que hace va a ser capaz de ser una versión mejorada de sí mismo cada día y de llegar a límites que pensaba que eran imposibles».
La pasión es lo que hace que Vicente González supere límites imposibles cada día de su vida. ¿Quieres alcanzar, al igual que él, el espacio? ¿Crees, como Paula Carsí, ingeniera aeroespacial y directora de innovación en fabricación de Ford Europa, que tienes que empezar a prepararte para un trabajo del futuro que «todavía no existe»? ¿O estás deseando, como Javier Gómez Elvira, doctor en Ingeniería Aeronáutica, «poner un pie fuera de la Tierra»? Es tu momento: no tengas duda, ve a por él. Da forma al futuro.