La educación transnacional permite conocer otras culturas, diversas formas de estudio y nuevos compañeros y profesores.
Además, las empresas demandan cada vez más candidatos con experiencia internacional, en especial a la hora de ocupar puestos que requieren mayor responsabilidad.
Con la llegada de grandes compañías de comercio electrónico como Amazon, Ebay o Aliexpress, podemos pedir cualquier objeto que deseamos haciendo solamente un clic, y lo recibimos en la puerta de nuestro propio domicilio en apenas unas horas y sin detenernos un momento para reparar cuál es su procedencia.
También podemos comunicarnos con amigos, familiares o compañeros de trabajo que se encuentran a miles de kilómetros sin ningún problema. Todo ello, pone en evidencia algunas de las grandes ventajas que nos brinda la tecnología, que vivimos en un mundo digitalizado y completamente globalizado, en el que las interconexiones entre personas de diferentes países son cada vez más frecuentes en todos los planos: político, educativo, social o tecnológico.
Un intercambio cultural de dimensiones descomunales que condiciona los hábitos de consumo de nuestra sociedad, así como las formas de relacionarnos con otras personas ha provocado que sea imprescindible comprender y hablar otros idiomas, como el inglés, el francés, el italiano o el alemán. Por este motivo, las universidades siempre están en constante cambio y adaptación, tratando de adecuar su modelo de aprendizaje a las tendencias internacionales.
Vivimos cambios constantes ligados al sector de la educación en un contexto en el que los planes de estudios de las titulaciones se plantean basándose en la enseñanza multicultural proponiendo intercambios culturales a diferentes niveles. Al mismo tiempo, las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación juegan un papel clave en los procesos de aprendizaje. De esta forma, se prepara a los estudiantes para ser profesionales preparados para un mundo globalizado.
Por ello, la universidad ya no solo consiste en una fase en la que los estudiantes adquieren conocimientos. La Universidad se ha convertido en un espacio de aprendizaje continuo de habilidades y competencias además de experiencias personales enriquecedoras alrededor del conocimiento académico. El enfoque global, internacional y colaborativo ya forman parten del ADN de las nuevas formas de enseñar y aprender.
Asimismo, al mismo tiempo que se fomenta la movilidad académica internacional para que los estudiantes tengan la oportunidad de cursar sus estudios en otros países, se apuesta por desarrollar entornos multiculturales en el país de residencia. De esta forma los estudiantes crecen como nativos multiculturales a lo largo de toda su vida universitaria.
En definitiva, la educación transnacional permite conocer otras culturas, diversas formas de estudio y nuevos compañeros y profesores, así como nuevos espacios para disfrutar de diferentes experiencias de aprendizaje informal, lo que puede convertirse en la mejor enseñanza con la que crecer tanto personal como profesionalmente.
